Bali e Ifugao: Continuando con las tradiciones del cultivo autóctono del arroz

En los hermosos paisajes de Bali, Indonesia y la región de Ifugao en Filipinas, los campos de arroz son un símbolo perdurable de las culturas y tradiciones indígenas. Sin embargo, el futuro de estos paisajes de arroz de importancia cultural está seriamente amenazado. Nuestros equipos de investigación locales en Bali e Ifugao exploraron los desafíos que enfrenta el cultivo de arroz en estas regiones, revelando un futuro precario para el cultivo de arroz autóctono.

A pesar de muchos desafíos, el cultivo de arroz en Bali e Ifugao es un testimonio del espíritu indomable de estas comunidades. La adopción de la diversificación de los medios de vida ha dado nueva vida a estos campos, ofreciendo un salvavidas a los agricultores en medio de crecientes amenazas. Sin embargo, para garantizar el patrimonio cultural de estas regiones y mantener este sustento, es esencial un enfoque de múltiples partes interesadas. Esto requiere el despliegue de diversas formas de capital con precisión para empoderar a los productores de arroz y proteger sus tradiciones.

El capital social, formado por fuertes redes comunitarias, sirve como base de esta resiliencia. Estas redes empoderan a los agricultores para adaptarse y afrontar los riesgos inherentes al cultivo de arroz mediante la colaboración, el intercambio de conocimientos y la puesta en común de recursos.

Si bien el capital social desempeña un papel importante, una estrategia integral exige el despliegue de otras formas de capital. El capital físico, que incluye infraestructura y equipos modernos, mejora la eficiencia agrícola, garantizando mayores rendimientos y sostenibilidad económica.

El capital humano, nutrido a través de la educación y la capacitación, equipa a los agricultores con las habilidades y el conocimiento indígena necesarios para afrontar los cambios ambientales y económicos. Es esencial desarrollar una nueva generación de agricultores con habilidades de adaptación.

El capital financiero, que a menudo se subestima, es esencial para invertir en nuevas tecnologías y prácticas que reduzcan la volatilidad del mercado y garanticen ingresos estables.

Las intervenciones políticas son igualmente importantes. Las prioridades incluyen estabilizar los precios, abordar las ineficiencias del mercado y proporcionar a los agricultores información precisa sobre el mercado y el clima. La exploración de nuevos mecanismos, como los mercados de futuros del arroz, puede proporcionar una red de seguridad contra las fluctuaciones de precios, permitiendo a los agricultores planificar el futuro con confianza. Sin embargo, la implementación de tales mercados requiere un estudio de viabilidad exhaustivo.

Abordar eficazmente estos desafíos depende de la colaboración y coordinación entre las partes interesadas. Los gobiernos de Indonesia y Filipinas deben desempeñar un papel importante para garantizar la sostenibilidad del cultivo de arroz.

La diversificación de los medios de vida ha revitalizado estas regiones, ofreciendo un camino hacia la estabilidad y la sostenibilidad. Es esencial comprender los matices de esta estrategia y abordar los diversos factores que influyen.

La preservación del cultivo del arroz va más allá de los campos; se trata de proteger el rico patrimonio de cultura y sabiduría transmitido de generación en generación. Un enfoque de múltiples partes interesadas y el despliegue de diferentes formas de capital son clave para asegurar este legado, empoderar a los productores de arroz y garantizar un futuro próspero para Bali e Ifugao.

Laurence L. Delina,
LLD@ust.hk

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