Tras 35 años de aislamiento, Irán reaparece en la escena internacional. Este país poco conocido, que ya representa el 29% del mercado de la belleza en Oriente Medio, se describe a menudo como el «nuevo eldorado» para las marcas de cosméticos. Nilufar Khalessi, fundadora franco-persa de la agencia de tendencias y consultoría Les Persiennes Consulting, ha echado un vistazo a este país para realizar un primer desciframiento cualitativo y prospectivo [1]. Ha ofrecido a Premium Beauty News una visión general del estudio The New Faces Of Iran – Fashion, Beauty & Paradoxes, que se presentará el próximo mes de mayo.

Población
Con una población de 80 millones de habitantes, de los cuales el 55% tiene menos de 30 años, Irán es un mercado dinámico y en crecimiento. El hecho de que se hayan levantado las sanciones internacionales y de que, por tanto, la situación económica debería mejorar, lo han hecho aún más atractivo. Pero este país no está exento de paradojas.
Para comprender a fondo las tendencias y estilos de vida de la Persia desconocida, el estudio The New Faces Of Iran – Fashion, Beauty & Paradoxes describe en primer lugar los pilares históricos, geográficos, culturales y sociales que definen la civilización persa. Como tremenda cuna cultural e histórica, el país que se convirtió en República Islámica tras la Revolución de 1979, se define principalmente según sus antiguos orígenes. «Es un país musulmán, pero la gente se considera persa e iraní por encima de todo. Es esencial comprender esta sutileza», explica Nilufar Khalessi.
A pesar de un embargo que duró décadas, las principales ciudades de Irán han experimentado un gran progreso, impulsado por la dinámica de una generación joven 2.0, muy conectada y orientada hacia Occidente. Sin embargo, las elecciones de estos jóvenes demuestran que no dejarán que el extranjero dicte sus hábitos de consumo, ya que en realidad prefieren los productos nacionales. «Los jóvenes iraníes deliberadamente no han asimilado del todo la cultura occidental, aunque conocen y dominan sus códigos, ya que los han integrado. Y cometeríamos un error si intentáramos meterlos a la fuerza en un molde», añade Nilufar Khalessi.
La mujer iraní, un estatus aparte
Al ser muy cultas -como la mayoría de la población de las grandes ciudades-, las mujeres iraníes ocupan un lugar importante en la sociedad. Están muy presentes en las instituciones y desempeñan un papel crucial, ya sea en la familia o en la sociedad. «El estatus de la mujer es diferente del que se observa en muchos países árabes. Incluso la forma de llevar el velo es más laxa, ya que no enmarca completamente el rostro y permite ver mucha feminidad«, explica Nilufar Khalessi.
El estudio utilizó retratos de mujeres de Ispahán, Teherán y Shiraz para perfilar los contornos de una generación que ha estado jugando con la paradoja entre su vida pública, ya que cumplen las leyes islámicas establecidas, y su vida privada, subvirtiendo estas leyes en aras de una mayor libertad, ya sea en términos de belleza o de moda. Las mujeres están profundamente comprometidas con el desarrollo activo y creativo de esta joven generación, en todos los campos artísticos.
El rostro, núcleo de la feminidad
«Las mujeres iraníes apenas salen sin maquillar, porque la relación con la estética está muy desarrollada», afirma Nilufar Khalessi. Por eso, para ellas es esencial embellecerse los ojos, las cejas, los labios y el pelo. «En la ciudad, el velo no enmarca completamente el rostro de las mujeres. Es un verdadero rasgo distintivo: la mitad del pelo queda al descubierto, por lo que las mujeres lo trabajan mucho, a menudo tiñéndolo de rubio, y no les entusiasma la naturalidad». El cuidado facial se centra en opciones «cero defectos» para luchar contra los problemas relacionados con la contaminación, el acné o las pieles grasas. Además, el estudio destaca la relación muy estrecha con la cirugía plástica, en particular la rinoplastia.